"Estar en la calle Estafeta a estas horas de la mañana es asistir a uno de los rituales más chulos e inquietantes que tienen lugar en las fiestas de Sanfermin; el encierro. Todo ocurre muy deprisa y por eso conviene estar atento para no perderse ningún detalle. Mientras los corredores hacen sus últimos ejercicios de calentamiento, saltando como locos para ahuyentar el nerviosismo que les recorre el cuerpo, los munipas (=policias municipales) deambulan por el recorrido para sacar a todos los que no están en condiciones y la gente se busca cualquier recoveco para poder ver el encierro. Los más juerguistas pasan de todo y siguen su particular marcha por las calles anexas. Pocos minutos antes de lanzar el cohete, se respira un clima de tensión y nerviosismo especial que invade a todo el mundo. De repente la calle está vacía -todos los corredores van hacia Santo Domingo y Mercaderes- y de repente está repleta -son los corredores que nada más oír el cohete salen disparados hacia la plaza y lo más cerca que ven las astas es en la repetición televisiva del mediodía; los "valientes"-. La foto nos la ha enviado Antonio López, un amigo andaluz que pudo pillar un privilegiado sitio en un balcón que da a la Estafeta y, tal como nos comentó, alucinó bastante."
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