Sin el toro, San Fermín sería bien distinto a lo que todos conocemos. Y es que aunque se pueden vivir unas fiestas perfectamente sin acercarse a ningún acto en el que estén presentes los toros, es evidente que el toro es uno de los ejes principales sobre los que giran las fiestas.
Los Coralillos del Gas
Días antes de que empiecen los Sanfermines, las diferentes ganaderías que participarán en las fiestas van llegando poco a poco a los llamados "Corralillos del Gas", donde aguardarán hasta el día en que sean los protagonistas de la fiesta. En estos corrales cada ganadería tiene su propio recinto cerrado. Sería impensable situar a todos los toros juntos puesto que se crearían muchas tensiones entre ellos en cuestiones de liderazgo de la manada y esto podría dar lugar a fuertes enfrentamientos y embestidas entre ellos, que sin duda los lesionarían o incluso acabarían con la vida de alguno de ellos. De hecho, incluso separando cada ganadería, han llegado a darse estas situaciones, y es que el cambio de hábitat (hay que tener en cuenta que estos toros generalmente proceden de la Dehesa, donde campan a sus anchas en un ambiente natural y relajado), el proceso de transporte en camiones, el desencajonamiento en un recinto pequeño y diversos factores más, influyen mucho en el animal.
El Encierrillo
Desde estos corralillos, cada ganadería realiza, la víspera del día en que se lidiarán, el llamado "Encierrillo". Así, cada noche, a la luz de la luna y en completo silencio, el encierrillo supone el primer contacto de los toros con las calles de Pamplona. Consiste en el traslado de estos desde los Corralillos del Gas hasta los corrales de Santo Domingo, desde donde saldrán al día siguiente rumbo a la Plaza de Toros. Pero este trayecto de 440 metros, que se lleva realizando desde 1899, se realiza en completo silencio y sin corredores, con el fin de que los toros sufran el menor estrés posible. Los toros son acompañados de cabestros y pastores.
El Encierro
Sin duda el acto más conocido de los Sanfermines y por lo que son mundialmente conocidos. Aunque en un inicio, allá por el siglo XIV, su realización radicaba en el traslado de los toros desde los extramuros de la ciudad hasta la plaza de toros, a partir del siglo XVIII al grupo se le fueron uniendo los primeros grupos de corredores, hasta llegar al encierro, tal y como lo conocemos hoy, que tiene lugar del 7 al 14 de julio, a las 8.00 de la mañana.
El Apartado
Tal y como comentábamos en el post anterior, este acto consiste básicamente en el traslado de cada toro individualmente desde los corrales comunes de la plaza de toros hasta un corral individual donde cada toro aguardará hasta el momento de ser lidiado. Tiene lugar a las 13 h y en Pamplona, resulta un acto eminentemente social, donde tanto los aficionados, como los profesionales del toreo se reúnen mientras saborean unos pintxos de chistorra y unos finos andaluces.
La corrida
Aunque básicamente la corrida de toros es el acto donde los 6 astados de la tarde son lidiados, en Pamplona el espectáculo está tanto en la arena como en las gradas, donde las peñas tienen un protagonismo absoluto. La primera corrida documentada tuvo lugar en el año 1385 durante el reinado de Carlos II en lo que ahora es la Plaza del Castillo. Cada día a las 18:30 se inicia la corrida, con una duración de apoximadamente 2h-2h30. Al término de ésta, se realiza la salida de las Peñas. Los mozos bajan al coso taurino y se reúnen en torno a sus pancartas, para iniciar la salida de la plaza a ritmo de txaranga. Sin duda uno de los actos más llamativos de las fiestas.