Los peligros del encierro

Es evidente que el encierro entraña un gran peligro, pero conviene destacar que a veces, al contrario de lo que todos pensamos, no son los toros el mayor peligro que éste conlleva. Un corredor despistado, otro caído en el suelo, el terreno deslizante, montones, un mal apoyo... Todo ello resulta igualmente peligroso. A veces, una mala caída, una torcedura, un esguince de rodilla, etc., tienen consecuencias más graves que una cornada.

Y es que son muchos los peligros que entraña un encierro. Es por ello que a lo largo de los años se han ido elaborando una serie de normas que todo corredor debería cumplir para evitar, en la medida de lo posible, desencadenar el mínimo peligro tanto para sí mismo como para los demás corredores.

Así, han surgido algunas prohibiciones, como son la de no permitir correr a menores de 18 años, permanecer en el recorrido en estado de embriaguez o bajo el efecto de cualquier droga, citar a los toros o tocarlos, sacar fotos durante el recorrido del encierro... Y por supuesto, existen una serie de consejos, más bien de sentido común, que todo corredor debería respetar, como son el uso de una ropa y calzado adecuados para correr, habiendo calentado antes, correr por el centro de la calle, no citar al toro o correr detrás de él, no quedarse parado en mitad del recorrido, no estorbar a pastores ni dobladores...

Y tantos son los peligros del encierro, que hasta la fecha, se ha llevado la vida de 15 corredores, tanto por cornadas como por traumatismos.